El reloj solar proyectado en el año 2005 es obra del artista plástico albaidino Rafael Amorós, y el otosino Joan Olivares, matemático, gnomista y diseñador de relojes solares.
El reloj de sol digital de Montserrat es un ejemplar único por su forma geométrica y por su sistema particular de marcar las horas. Las cifras horarias, recortadas en la esfera externa, se proyectan con la luz solar sobre el cuadrante central, e indican la Hora Solar Local o Tiempo Verdadero.
La Hora Solar Local depende de la posición angular del sol respecto al meridiano local, y por tanto, es diferente en lugares de diferente longitud geográfica. Por razones administrativas, en toda Europa (menos en Inglaterra y Portugal) se adopta una hora común conocida como Hora Civil (la que marcan nuestros relojes mecánicos).
Si queréis transformar la Hora Solar Local que leemos en el reloj solar en la Hora Civil (relojes mecánicos), tendréis que aplicar las siguientes correcciones:
1_Corrección que cada país aplica para conseguir el ahorro energético. Hay que adelantar la hora civil respecto a la hora solar una hora en el horario de invierno y dos en el de verano.
2_Corrección por la ecuación del tiempo debida a causas astronómicas. Oscila entre +14 minutos en el mes de febrero y -16 minutos en noviembre.
3_Corrección por la distancia angular al meridiano de Greenwich. En Montserrat hay que sumar dos minutos y medio aproximadamente.
La obra en cuestión es un juego entre luz y sombra, entre forma y volumen, entre opacidad y transparencia, entre oxidación y luciente, entre equilibrio y acrobacia, entre tangible y evanescente, entre realidad y concepto, entre concreción y abstracción, entre espíritu y materia, entre terrestre y astronómico, entre estético y funcional, entre imaginación y existencia, entre pensamiento e intuición, entre proporción y harmonía, entre referente e ilusión, entre búsqueda y experiencia, entre norte y sur… Un juego, ni más ni menos que como todo un acto creativo.