El deporte autóctono valenciano ya aparece en Montserrat como una práctica habitual en el siglo XIX, según se desprende de las ordenanzas municipales del año 1880, que prohibían el juego de pelota en las inmediaciones de la iglesia durante las celebraciones religiosas. Las partidas se disputaban habitualmente las tardes de los sábados y los domingos en la calle de Les Germanies, en la calle Major y la de Sant Roc. Una tradición que se ha retomado nuevamente en la calle de Les Germanies. Las modalidades que tradicionalmente se han jugado en el pueblo han sido a rallas, como la perxa y las llargues, y más modernamente, la galotxa.
Las décadas de los años ochenta y noventa del siglo pasado se caracterizaron por la expansión y consolidación del deporte de la pelota en el territorio valenciano. En el año 1987, Montserrat construyó la calle de la pelota, entonces ya funcionaba desde el año 1983 la Escuela Municipal de Pelota. Desde aquellos primeros jugadores del pueblo como el tío Cristino o Antoni Sesé, entre otros, hasta los actuales jugadores del circuito, el municipio de Montserrat ha sido desde antaño referente de la pelota valenciana.